miércoles, 13 de octubre de 2010

Todos pendientes de las células madre

Nos acercamos al momento de la verdad. Después de tantos años de expectativas, hemos entrado ya en la siguiente fase: pronto sabremos si la medicina regenerativa tiene posibilidades de cambiar el panorama sanitario del futuro. En este sentido, la noticia biomédica de la semana es que acaba de empezar en Estados Unidos el primer ensayo clínico a pequeña escala de una terapia de células madre embrionarias, financiada por la farmacéutica Geron.

Hay que aclarar que ésta no será la primera vez que un enfermo es tratado con células madre extraídas de un embrión. En algunos países las leyes son suficientemente laxas para que médicos sin escrúpulos hayan vendido a sus pacientes este tipo de curas "milagrosas", sin ningún tipo de control. Naturalmente, los resultados de estos tratamientos son desconocidos. Hasta que no se estudien los efectos de una forma científicamente exhaustiva no sabremos si las células madre embrionarias son seguras y efectivas. Y aquí es donde nos encontramos ahora.

Este experimento de Geron ha sido polémico desde el principio. No ya por los problemas éticos que suelen acompañar las células madre, sino por las dudas razonables que plantea la técnica. El gobierno de Estados Unidos primero autorizó y después congeló el permiso para llevar a cabo estos ensayos clínicos. El visto bueno se dio finalmente a principios del 2009, curiosamente unos días después de que en el Reino Unido aprobaran también unas pruebas similares.

La principal razón de estas dudas era que los expertos no veían claro que el tratamiento con células madre embrionarias fuera seguro. El temor es que estas células se descontrolen y empiecen a formar tumores, como se vio en un experimento preliminar hecho hace unos años con un sólo paciente. Al fin y al cabo, las células que inician un cáncer se parecen mucho a las células madre. Por ese motivo, algunos expertos pedían precaución y más tiempo para recoger datos preliminares.

Por otro lado, aunque no aparezcan tumores indeseados, aún está por ver cómo de efectivas serán estas terapias. Los resultados de laboratorio son esperanzadores, eso sí. Es posible que el principal problema sea la duración de los efectos. Las células que se inyectan contienen un ADN diferente al del paciente. Para entendernos, es la misma situación que un trasplante de cualquier órgano. Lo primero que va a verse es una reacción inmune destinada a destruir lo que se identifica como un "cuerpo extraño". Esto puede limitar la vida de las células madre y así su habilidad de regenerar los tejidos dañados. La solución a esto podría ser la transferencia somática nuclear (o clonación terapéutica), pero aquí entramos en un terreno de ética y técnicamente muy complejo. Tenemos que ir paso a paso y no dejar de estudiar las posibles alternativas, como las células reprogramadas.

En resumen, a pesar de que no hemos avanzado mucho últimamente en el tema de evitar que una célula madre embrionaria vaya por el camino equivocado, finalmente, los ensayos clínicos han empezado en varios países. Es un momento crítico para la aún joven medicina regenerativa. Los beneficios potenciales son tan inmensos que las autoridades han considerado que vale la pena arriesgarse. Dentro de un tiempo, años posiblemente, veremos si estaban en lo cierto.

Fuente artículo: http://www.elmundo.es/

No hay comentarios :